¿Un electrodomestico hace la felicidad?

Hoy el día empezó como el orto. Entre el gataflorismo del chofer del Ministerio que me tuve que bancar bien entrada la mañana y mi casi suicidio al cortarme la muñeca con una caja de toner minutos antes de terminar mi jornada laboral, no sabría bien con que quedarme.
Afortunadamente, no se presentaron otras complicaciones : el subte llego a horario, no perdí el tren, había Cepita de manzana en el kiosco, todo parecía maravilloso...pero "no todo lo que brilla es oro", diría Bilbo Bolsón y cuando llegue a casita me tope con la sorpresa de que la heladera había fallecido. Yo nunca le tuve mucho afecto, pero era mi heladera, loco. Igual, mi melancolía con el artefacto no es lo que importa acá. Lo verdaderamente importante es el rompebolismo de mi hermana con este asunto:
- Che, estuve viendo heladeras, hay una re barata...$1500, la pagamos entre todos y después la terminas de pagar vos -
- ¡¡Melisa, anda viendo lo de la heladera porque yo no puedo estar así y que se me congele la lechuga!!. -
- ¿Y? ¿Estuviste sacando cuentas? Hay un plan del gobierno, entregas tu heladera y te compras una en cómodas cuotas, doce cómodas cuotas, pagamos entre todos y las ultimas cuotas las pagas vos ( es decir, las ultimas diez cuotas). -

Basta del tema "Heladera". No lo soportaba mas. Así que tome una determinación, había que hacerse hombre y lo hice (?). Compre la bendita heladera y en casa ahora todos son felices, hasta el gato. ¿Necesitaban eso nomas? Ya esta, no me rompan mas las bolas. Heladera nueva, corazón contento, consumismo por las nubes. Espero que esta me dure 20 años como la Siam. Pero que buenas heladeras que se fabricaban antaño...