viernes, 21 de noviembre de 2008

Falsos Abrazos

Es cuestion de acostumbrarse a fingir un ratito, ponerse la careta, sonreir, decir gracias cuando uno no quiere, dar vuelta a la esquina y tomarse el 152 que en un viaje de 45 minutos te deja en la puerta de tu casa literalemente. Acostarte luego, sin olvidar haberte cepillado los dientes con anterioridad, apoyar la cabecita en la almohada, cerrar los ojitos y dejarse llevar... Pero es justo en ese momento, donde te pones a pensar para què dijiste " si, dale" cuando debias decir " no, sinceramente prefiero seguir una estacion mas e irme a casa temprano". No aprendes mas. Encima vos sabes que es algo que te va a perseguir, por lo menos un par de meses, hasta que las circunstancias se repitan y ahi si, va a ser el momento justo en el que con la frente bien alto, la voz firme, clara, bonapartista, el espiritu puro, la mente libre de confusion, en ese momento, unico e irrepetible, seguro que vas a decir, pero segurisimo que vas a articular un irrevocable : "ah, bueno dale, voy con vos"...
Y otra vez, todo vuelve a empezar.

1 comentario:

Harry dijo...

No, no es depresivo.
Tiene más bien algo de melancólico, de duda, de grito, pero latente. Un lindo texto.

Eso sí, te traicionó tu vocación con eso de "bonapartista" eh!

Saludos!


PD: Espero retribución por esto; Foucault y Chomsky esperan.